La reforma de la facturación electrónica en Francia está a punto de transformar radicalmente la forma en que las empresas gestionan sus intercambios comerciales. A medida que se acercan los plazos, la pregunta clave es: ¿a quién afecta realmente esta obligación? La respuesta es sencilla: prácticamente todas las empresas sujetas al IVA en Francia. Pero entremos en detalles para saber exactamente a quién afecta y cuándo.
El principio: todas las empresas sujetas al IVA
La Ley de Finanzas para 2020 introdujo esta obligación gradual para todas las empresas establecidas en Francia y sujetas al IVA en sus transacciones B2B (Business to Business). El objetivo es simplificar la vida de las empresas, impulsar la competitividad, luchar contra el fraude del IVA y mejorar el conocimiento en tiempo real de la actividad económica.
En resumen, si su empresa emite o recibe facturas con otras empresas francesas sujetas al IVA, usted está afectado.
Un despliegue gradual: el calendario de obligaciones
La introducción de la facturación electrónica no se producirá de la noche a la mañana para todo el mundo. El Gobierno ha optado por una implantación gradual, basada en el tamaño de las empresas, para garantizar una transición fluida.
Aquí está el calendario actualizado de obligaciones:
- 1 de septiembre de 2026:
- Todas las empresas, independientemente de su tamaño,están obligadas a recibir facturas electrónicas. A partir de esta fecha, deberá poder recibir las facturas de sus proveedores en formato electrónico.
- Obligación de las grandes y medianas empresasde emitir facturas electrónicas.
- 1 de septiembre de 2027:
- Facturación electrónicaobligatoria para las pequeñas y medianas empresas (PYME) y las microempresas (VSE).
¿Cómo define el tamaño de su empresa?
La clasificación se basa en los criterios definidos por el decreto nº 2008-1354 de 18 de diciembre de 2008:
- Grandes empresas (LE): Más de 5.000 empleados O ventas anuales de más de 1.500 millones de euros Y activos totales de más de 2.000 millones de euros.
- Empresas de tamaño intermedio (ETI ): Entre 250 y 5.000 empleados O ventas anuales no superiores a 1.500 millones de euros Y balance general no superior a 2.000 millones de euros (y no ser una PYME).
- Pequeñas y medianas empresas (PYME): Entre 10 y 249 empleados O un volumen de negocios anual no superior a 50 millones de euros O un balance general no superior a 43 millones de euros (y no ser una microempresa).
- Microempresas (TPE): Menos de 10 empleados O ventas anuales no superiores a 2 millones de euros O balance general no superior a 2 millones de euros.
¿Y los casos especiales?
Aunque la norma general abarca a la mayoría de las empresas, existen algunos matices :
- Transacciones internacionales (B2B Internacional): Para las ventas o compras con empresas situadas fuera de Francia, no se aplica la obligación de facturación electrónica. Sin embargo, sí estará sujeto a ladeclaración electrónica, es decir, a la obligación de transmitir los datos de la transacción a las autoridades fiscales.
- Transacciones B2C (Business to Consumer): Las ventas a particulares no están afectadas por la emisión de facturas electrónicas en sentido estricto. Sin embargo,la declaración electrónica también se aplicará a estas transacciones para la transmisión de datos resumidos.
- Actividades exentas de IVA: Las empresas que realizan operaciones totalmente exentas de IVA (por ejemplo, determinadas profesiones liberales o asociaciones) no se ven afectadas por la obligación de emitir facturas electrónicas por estas operaciones, ya que no están sujetas al IVA.
- Empresas no establecidas en Francia: No están sujetas directamente a esta obligación si no son deudoras del IVA en Francia.
Anticiparse para una transición fluida
Tanto si se trata de una gran empresa con un plazo de entrega ajustado, como de un negocio muy pequeño con un poco más de tiempo en sus manos, la facturación electrónica es una realidad que no se puede ignorar. La anticipación es la clave del éxito de la transición. Elegir una Plataforma de Desmaterialización de Socios (PDP ) como Azopio, o cualquier otra solución adaptada a sus necesidades, es un paso crucial.
No sólo le permitirá cumplir con sus obligaciones futuras, sino que también representa una gran oportunidad para optimizar sus procesos internos, reducir costes y mejorar la visibilidad de su flujo de caja.
La facturación electrónica no es sólo un requisito normativo; es un paso importante hacia una gestión financiera más eficaz y moderna para todas las empresas. ¿ Está preparado para dar el paso?